Autora: Rita de la Guardia

Ante el cambiante entorno económico que impuso la pandemia, las fusiones y adquisiciones enfrentan nuevos retos de cara a la recuperación económica

Nuestro entorno económico está lleno de fusiones y adquisiciones.  Allá donde miremos existe una empresa cuya razón social, logo o nombre fue modificado y actualizado como resultado de una decisión estratégica de negocios que supuso su absorción, venta o fusión con otra empresa o conglomerado. En el caso de Panamá lo hemos visto con fuerza en el sector bancario, energía,  retail y telecomunicaciones. 

Las fusiones y adquisiciones se conocen como “M&A” (siglas del inglés “Mergers and Acquisitions”) y suelen darse como oportunidades en momentos cruciales ya sea para el crecimiento de una empresa, aprovechamiento de sinergias, o como una solución ante un entorno económico adverso que suponga para otra compañía el cumplimiento de sus obligaciones.

Para llevar a cabo un proceso de fusión y/o adquisición es primordial que se conozca la situación financiera, legal y comercial de la empresa a través de un proceso de debida diligencia en detalle, y que las empresas a ser adquiridas cumplan con las normas nacionales e internacionales aplicables; ya que este es un elemento primordial para que tanto los accionistas como potenciales inversores tengan los elementos necesarios para la toma de decisiones.

Cabe destacar que las transacciones de fusiones y adquisiciones en Panamá se ven impactadas por las disposiciones del Código de Comercio, el Código Civil y, dependiendo de la naturaleza de la empresa objetivo, por la Ley 32 de 1927, según fue enmendada (Ley de Sociedades Anónimas), Sociedad de Responsabilidad Limitada, leyes y reglamentos específicos de la industria (banca, valores, minería, energía, etc.). 

En Panamá, las fusiones y adquisiciones o M & A fueron regularmente estables antes del inicio de la pandemia de COVID-19.  Múltiples transacciones tuvieron que ser puestas en pausa o terminadas dado el ambiente de incertidumbre económico mundial actual, mientras otras se renegociaron y en algunos casos, otras incluso se aceleraron.

Pasado más de un año de esta crisis sanitaria y ante los notables signos de recuperación económica, la Contraloría General de la República estima que crecimiento económico de Panamá al cierre de 2021 registrará un crecimiento interanual de 12.5%, lo que en términos monetarios absolutos ubica el Producto Interno Bruto (PIB) del país en unos $40,000 millones. 

Dicho entorno económico de recuperación propicia también un aumento en las actividades de fusiones y adquisiciones, y anticipa un aceleramiento de las M&A de cara al 2022, tras recuperarse la economía de una caída de casi el 17% de su PIB en el 2020, particularmente debido a qué hay empresas en ciertas sectores que gozan con liquidez importante en este momento.

Adicionalmente, el Gobierno panameño ha dispuesto una serie de medidas para motivar la recuperación económica mediante programas de inversión pública, los cuales según el Fondo Monetario Internacional (FMI) impactarían en el comportamiento del PIB del país. Igualmente, Panamá cuenta con compañías sólidas que son objetivos atractivos para potenciales compradores en Panamá y en el extranjero.

La estimación de crecimiento del FMI con respecto a Panamá es de 11%, casi el triple de la región centroamericana que se sitúa en un 4% este año.

Un quinquenio activo en fusiones y adquisiciones

Entre algunas adquisiciones destacadas del 2019, 2020 y 2021 estuvieron las del sector de tecnológico y logístico, como la adquisición de Glovo por Appetito 24 y PedidosYa y la inversión de uno de los principales grupos económicos locales en el servicio de mensajería local ASAP, ambas transacciones que involucraron las dos principales aplicaciones de entrega del país. Igualmente, la incorporación del grupo Mays/Siem como accionista estratégico en el Grupo Machetazo fue una transacción sumamente importante en el año 2020. 

Además de la fusión entre J. Cain & Co. y Colon Import & Export, dos líderes en servicios logísticos para empresas multinacionales. En telecomunicaciones se produjo la compra de Telefónica y Cable Onda por parte de la empresa Millicom y más reciente el acuerdo de adquisición de Claro Panamá S.A por parte de Cable & Wireless Panamá, S.A., subsidiaria de Liberty Latin America Ltd., cuyo proceso está en proceso de verificación previa ante la ACODECO. 

En banca ha sido amplia las adquisiciones en el último quinquenio entre ellas la fusión para consolidar el Banco Panamá y el Banco Aliado, la adquisición de Banvivienda por parte de Global Bank y compra de una participación accionaria mayoritaria de Grupo Aval en Multibank.  

Durante las últimas décadas, el sector bancario panameño ha atravesado una era de consolidación y las cifras sugieren que la tendencia continuará en los próximos años, ya que tiende a ocurrir en economías más maduras.

En el año 2000, había 57 bancos de licencia general en Panamá. En 2017, ese número se redujo a 44 y en 2021 en 39.

Se espera que este nivel de consolidación entre los bancos pequeños y medianos se recupere a medida que los bancos enfrentan presiones debido a las cargas regulatorias locales y al aumento de los estándares de cumplimiento. 

Además, los bancos estuvieron sujetos – hasta el 30 de septiembre de 2021 – a una moratoria impuesta por el Gobierno a favor de los deudores que se han visto afectados por el brote de COVID-19. Dicho mandato alentó a los bancos a celebrar acuerdos de préstamo renegociados con sus clientes, pero en última instancia ha impedido que dichos bancos ejecuten y cobren préstamos en el curso normal de sus operaciones. 

Dichas restricciones pueden impulsar aún más las fusiones y adquisiciones en este sector, ya que las operaciones bancarias continúan enfrentando desafíos adicionales, especialmente, como se mencionó, en los bancos pequeños y medianos.

Un nuevo panorama ante la recuperación

De acuerdo con estimaciones del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) la economía panameña “está posicionada para que podamos apuntar las ventajas estratégicas que corresponden a las actividades de servicios de comercio a nivel internacional para reactivar la economía”.

Este alto nivel de actividad, y excesos de liquidez en el mercado, estimulan acuerdos de fusiones y adquisiciones puramente nacionales, ya que las empresas locales buscan alianzas estratégicas para competir con las nuevas condiciones del mercado y los nuevos participantes en el mercado, que suelen ser grandes multinacionales, o para posicionarse mejor como objetivos viables para futuras adquisiciones.

Por otro lado, Panamá ha demostrado ser un entorno atractivo para los inversionistas extranjeros en empresas e industrias de tecnología, y se espera que aumente rápidamente las alianzas estratégicas y la actividad de fusiones y adquisiciones en este sector. 

Muchas empresas emergentes en Panamá han visto inyecciones de efectivo sustanciales de grupos de capital privado, actores regionales y compradores internacionales que buscan ingresar al mercado Latinoamericano.  

Las expectativas son moderadas

El gobierno ahora enfrenta el desafío de liderar la recuperación económica de un país que antes de la pandemia era conocido por ser una economía estable con grado de inversión, que da la bienvenida a la inversión extranjera.

Pero los desafíos relacionados con la pandemia, como el creciente desempleo, la menor demanda de los consumidores y los efectos de los bloqueos de 2020-21 en la economía en general, no pueden ignorarse.

Además, otros factores específicos del país pueden afectar las valoraciones comerciales y pueden afectar negativamente la actividad de fusiones y adquisiciones, como la rebaja de la calificación crediticia del país y de ciertas entidades financieras locales, lo que puede aumentar el costo de los fondos para las transacciones nacionales.

Por lo tanto, aunque se observa una recuperación económica, el flujo de operaciones de fusiones y adquisiciones seguirá siendo más lento de lo esperado.

No obstante, los sectores más activos para la actividad de fusiones y adquisiciones en 2021 y en los próximos años probablemente seguirán siendo el sector de la logística, seguido por la industria bancaria, valores (financieros), ya que se espera una mayor consolidación en el mercado. No podemos descontar el peso que tienen los fondos de inversión privado en inversiones en Panamá y Latinoamérica. 

Es probable que una recuperación más débil de lo esperado en el gasto del turismo y del consumidor también impulse las adquisiciones de activos en dificultades en los sectores de bienes raíces, hotelería y comercio minorista.  

La estructuración de adquisiciones de activos en dificultades (distressed assets), ya sea como una compraventa de acciones o de activos, vemos que será utilizada con más frecuencia. 

Pero si algo nos enseñó la pandemia es que las proyecciones económicas, tanto como el comportamiento de algunos mercados pueden variar a futuro, son difíciles de estimar,  dependiendo del nivel de desempeño que termine consiguiendo cada región y sector económico.

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